Cada vez más ciudadanos buscan productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente.
Tener la casa y la ropa limpia es una necesidad básica, pero también tiene un impacto en nuestro medio ambiente. Los productos de limpieza que utilizamos a diario llevan sustancias químicas que, en algunos casos, pueden ser nocivos para nuestra salud y la de nuestros hijos. A pesar de que la industria se ha esforzado durante las últimas décadas para reducir el uso de esta clase de sustancias, cada vez más consumidores se esfuerzan para hacer que la huella que su limpieza diaria deja en el entorno sea la menor posible.

Cada hogar español consume de media alrededor de 164 euros en productos de limpieza doméstica, un mercado de 2.965 millones de euros. Muchos de ellos para uso específico: limpiadores para cristales, para suelos, para baños, para vitrocerámicas. Una exageración.

Desde un punto medioambiental, apostar por usar ingredientes menos dañinos vale la pena. Las sustancias químicas que contienen los productos de limpieza acaban en el medio ambiente,contaminando las aguas a través de los vertidos por los desagües,o el aire, al volatilizarse. El principal problema es el efecto de sustancias como los fosfatos o los derivados del nitrógeno, presentes en muchos productos de limpieza.

Tenemos que tener en cuenta que los productos de limpieza acaban contaminando nuestros hogares y ropa, sin darnos cuenta que podemos estar sustituyendo la suciedad por sustancias tóxicas

Tomemos conciencia de que estamos atravesando un momento delicado, y del peligro que esto supone para nosotros y nuestro medio ambiente.